Una muy querida amiga, muy dada a los temas ocultos, me regaló para mi cumpleaños número 40 una sesión de Tarot con Rolando de Lara. Yo, de carácter pracmático y por demás esceptico, acepté muy poco convencido, pero me sentí obligado por su cariño y entusiasmo al darme la noticia.
En un comienzo esperé encontrar un lugar lleno de fetiches, bolas de vidrio, santos y paganos, etc. lo que uno espera cuando escucha la palabra TAROT. Pero todos mis preconceptos desaparecieron al entrar al departamento donde Rolando tiene su consulta.
domingo, 3 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario